Felipe es maleducado y no ayuda en casa, además ha suspendido matemáticas y lengua. Cuando se levanta el primer día de vacaciones encuentra a su madre practicando gimnasia en la terraza. Cuando vuelve de jugar al fútbol se encuentra con su padre jugando con su consola. Al día siguiente se encuentra con carteles pegados en las puertas y los armarios en los que sus padres se declaran en huelga.
Felipe debe lavarse la ropa, prepararse la comida, estudiar...y lo peor llega cuando sus padres empiezan a llamar a los padres de los niños de su colegio para que ellos también se declaren en huelga. Con todos los niños sin saber que hacer con padres haciendo cosas de lo más raras, Felipe y sus amigos deben negociar con sus padres.
Un libro muy divertido que impulsará a los niños a ayudar en casa.
Que grande es Jordi Sierra i Fabra
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